SABER ESCUCHAR

Saber escucar también forma parte del yoga, también es yoga. Requiere disciplina u concentración al igual que mi práctica de yoga. Aunque yoga no es sólo la hora y media que me paso recibiendo una clase, el yoga forma parte de mi vida. De cada instante de mi vida.

A veces, mientras estoy impartiendo una clase a un grupo, obsevo que a la hora de que alguien necesita hacer algún comentario o expresarse simplemente, el resto de compañeros de clase no lo escuchan. Esta misma observación que hago aquí fue la misma que les hize a mis alumnos, que el yoga no se acaba cuando acabas de hacer un asana, ni cuando sales de la sala de yoga. El yoga debe ser una "actitud": tenemos que integrar el yoga tan dentro de nosotros que se convierta en una actitud, en un modo de relacionarme con los demás, en un modo de cocinar, de dormir, de reir....de todo en definitiva.

Saber escuchar es difícil, por lo que mencioné al principio de que se requiere disciplina y concentración, sino porque además, uno debe olvidarse por sí mismo durante unos instantes y llevar toda su atención, con total actitud de apertura y desapego a la vez, para poder escuchar al otro.

Además, recordar, recordemos todos que escuchar es una de las cosas que más sanan en este mundo. Tiene un gran poder sanador. Cuando compartimos nuestras penas, nuestras ilusiones, todo aquello que forma nuestro mundo particular, parece que aliviamos un poco esa "carga" que llevamos encima. Si estamos tristes o angustiados, parece que nos encontramos mejor después de haber hablado con alguien que nos haya escuchado realmente y si sentimos una gran alegría también estamos deseosos de compartirlo con todos.
Un saludo